Las pantallas planas que son tan frecuentes en los televisores y ordenadores actuales necesitan una serie de cuidados para su correcto mantenimiento. No son nada complicados, pero es esencial conocer los productos de limpieza que podemos utilizar para no dañar su superficie. En la entrada de hoy vamos a hablar sobre este tema y os mostraremos algunos trucos que esperamos os sean muy útiles.

¿Por qué tengo que tener cuidado?

Las televisiones antiguas de tubo podían limpiarse como cualquier mesa de cristal, es decir, quitando el polvo con un trapo y pulverizando con un limpiacristales para extraer las manchas. Sin embargo, las pantallas planas de hoy en día tienen una tecnología totalmente distinta basada en el cristal líquido que son mucho más delicadas que las anteriores. Por este motivo, es necesario utilizar productos que cumplan una serie de requisitos.

Productos que no debes utilizar

Ante cualquier duda lo más aconsejable es echar un vistazo al manual del fabricante de tu televisor, que posiblemente incluya indicaciones sobre la forma de limpiar la pantalla y cómo hacerlo para no causarle ningún daño. En este sentido, no se recomienda emplear artículos de limpieza que incluyan componentes químicos como la acetona o el amoniaco, ya que pueden dañar la pantalla. Ni tampoco elegir para secar la superficie papel o similar, ya que además de dejar restos puede rayarla.

La calidad del agua

No siempre resulta recomendable usar agua del grifo para limpiar la pantalla plana, ya que en algunas zonas presenta un elevado índice de cal y otras partículas que dejan sedimentos y afectan a las superficies de cristal líquido. En estos casos es buena idea reemplazarla por agua destilada, que no presenta ninguno de estos problemas y será una excelente aliada para prolongar la vida útil de estos dispositivos.

¿Cómo limpiar una pantalla plana?

Antes de comenzar es muy conveniente que el televisor lleve un rato apagado, ya que estos aparatos aumentan mucho de temperatura cuando están funcionando. Primero eliminamos el polvo que se haya acumulado con un plumero, sin utilizar ningún producto adicional. Cuando nos encontremos con una mancha tenemos que usar un paño de microfibra ligeramente humedecido en un líquido limpiador adecuado. En ningún caso hay que rociar directamente sobre la pantalla, ya que si se seca podría provocar manchas en la superficie de la pantalla que son muy complicadas de eliminar. Para suciedad especialmente incrustada puedes humedecer el paño con agua y un poco (¡muy poco!) de vinagre blanco. También puedes elegir una mezcla de agua y alcohol para mojar el trapo, algo que va especialmente bien para quitar las marcas de huellas digitales. Y por último, por muy pegada que esté la suciedad nunca debes frotar con fuerza, es mejor dejar que el producto reblandezca la mancha y a continuación pasar el trapo con mucha suavidad. Y hasta aquí la entrada de hoy. Esperamos que os haya gustado, nosotros nos despedimos hasta el mes que viene que volveremos con nuevos consejos para el mantenimiento y limpieza del hogar.